El Proyecto de tu Vida

TÚ.

Tú eres el mayor proyecto de tu vida.
¿Te has observado alguna vez así?

Por lo general, nos planteamos los proyectos como algo externo a nosotros a pesar de que conlleven nuestra implicación; ponemos, en gran medida, atención al resultado fuera.

Pero ¿y si te dijera que en realidad, lo de fuera no es “nada” si tu proyecto interior está con los cimientos a medias, o acumulando polvo y volviéndose cada vez más oscuro con el paso del tiempo al no dedicarle cuidado y energía? ¿Te gustaría habitar un lugar así? Eso es lo que sucede cuando ponemos toda nuestra atención y dedicación a conseguir, lograr, obtener, recaudar, proporcionar, dar y ofrecer para recibir desde fuera, y hacia nuestro entorno exterior. Acabamos acumulando logros en la realidad externa pero dentro podemos seguir sintiéndonos vacíos, ¿cómo puede ser? Precisamente por esa inatención y la carencia de estar conectados con nuestra esencia.

Es evidente que hasta el día en que nos vayamos de esta Tierra somos un proyecto en construcción pero la cuestión es qué hacemos con el tiempo que se nos da y cómo nos hemos cuidado en ese tiempo.

Creo firmemente en que uno es su propio hogar y que como tal, ha de cuidar su interior, honrarse, mantenerse y otorgarse “decoración” bella y que le haga sentir bien. En términos de crecimiento personal, esto es lo que quiero trasladarte: cuídate, por dentro y por fuera, atiéndete emocional, física, mental y socialmente. Que te escuches y seas fiel al propio ser, que te conozcas tanto que sepas la mayor parte del tiempo lo que te hace bien y lo que no, y que cultives el coraje de respetarlo y actuar acorde. Que tu persona esté tan alineada con tu alma y con tu espíritu que la coherencia sea tu motor para llevar a cabo las decisiones de tu vida, desde las más pequeñas hasta las más trascendentales y que sobretodo, esto se mantenga en equilibrio con tener la frescura de poderte cambiar a ti mismo a pesar de que la meta fuese una muy concreta: permítete cambiar la decoración que te habita siempre que eso sea lo que te haga sentir en paz, desde el respeto y amor por ti y en armonía con lo demás. Y si por algún casual esto te resulta egoísta, hablaremos sobre la diferencia entre amor propio y egoísmo próximamente, porque la realidad es que no tiene nada de egoísta y es más bien la oportunidad de darte en esencia genuina y real a las personas que tengas al lado, de la forma más benevolente y generosa que puedas experimentar.

Extrae lo que sea necesario de esta reflexión y piensa en ti... Quédate con lo que resuene y obvia lo que no, porque este es el mayor proyecto de vida: conocerte y ser coherente con lo que sientes, piensas y realizas. En definitiva, TÚ. Porque cuando te cuidas y te nutres, puedes cuidar y nutrir tu alrededor, haciendo más especial cada contacto, cada interacción y cada paso que das.

Feliz trayecto, feliz proyecto!

De alma a alma,
Gracias por compartir este ratito de reflexión,
B.

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