Elección o inercia

Observa tu vida.

¿Cómo has llegado hasta aquí, hasta este preciso instante?

Menudo tema este…

No pretendo hacer una reflexión muy extensa puesto que bastante intensa es ya en sí, pero, ¿alguna vez te has planteado precisamente esa pregunta?: ¿inercia o elección?

¿Estás creando la vida de tus sueños o estás creando una vida que simplemente se va sucediendo? ¿Eres espectador o protagonista?

Por lo general, todos en algún momento actuamos o hemos actuado por inercia, con inconsciencia y a merced de las circunstancias de la vida en las que  (parece) no tienes mucha capacidad de movimiento, pero la realidad es que estamos haciendo elecciones todo el rato, y si bien es cierto que no tenemos tanto control con el resultado, sí podemos tener más o menos margen de acción si elegimos consecuente y coherentemente -con consciencia, en definitiva- sobre si aquellas elecciones que hacemos son realmente hechas por nosotros o por la “casualidad” de la inercia. Desde decidir entre desayunar cuatro bollos o una pieza de fruta, si ves esa película que sabes que en realidad no te apetece mucho, hasta por supuesto, las decisiones más trascendentales en las que en un principio, paramos más a hacer balance. No obstante, hay bastantes posibilidades en las que incluso en esas decisiones más vitales, no nos estamos realmente parando a sentir ni a escuchar lo que nos haría genuinamente felices y bien. Y en gran medida, de esto tiene responsabilidad nuestro inconsciente: hay estudios que indican que antes de que conscientemente tomes una decisión, tu inconsciente ya la ha tomado por ti 10 segundos antes. Y por supuesto, esas decisiones estarán basadas en el material que lo conforman, y si no te trabajas y te dedicas atención, ejerces cuestionamiento, tanto interno como externo, te va a pasar muy desapercibido: creencias limitantes, patrones de reacción y de acción, pensamientos en bucle, heridas que con sus mecanismos de protección deciden por ti… Todo un iceberg del que sólo la puntita es nuestro consciente, con el cual trabajamos para acceder a los niveles más profundos, en los que se producen los cambios reales y que te permiten poder tomar decisiones diferentes y más en sintonía contigo.

Una cosa está clara, elijas o no, ya estás tomando una decisión. Por tanto, es muy probable que la vida esté plagada tanto de inercias como de elecciones conscientes, y es evidente que arrepentirse del pasado no sirve de nada, al fin y al cabo eso no es más que un lastre que nos traemos al presente y al camino que tenemos por delante. Lo único que queda de ahí es recoger el aprendizaje y saber que aunque no puedes cambiar el pasado, puedes ejercer y elegir sobre los siguientes pasos, manteniéndote o acercándote a la dirección de tus propósitos con la más plena consciencia que te puedas permitir. Siempre hacemos lo que podemos con lo mejor que tenemos…

La cuestión supongo, llegados a este punto, es: ¿cómo quieres seguir a partir de ahora, jugando a la ruleta o apuntando con precisión?

Si es por inercia, que sea la de que te conozcas tanto que sientas que simplemente te meces en la hamaca de la vida… sostenida y con confianza, con paz y fluyendo sin resistencia, solo en colaboración con lo que se te presenta.

“No te engañes. No elegir, también es elegir.”

Lettering por @somoscuanticos_qhht_bqh

De alma a alma,
Gracias por compartir este ratito de reflexión,
B.

Anterior
Anterior

Hablemos del cuerpo

Siguiente
Siguiente

El Proyecto de tu Vida